Prensa

Ciudad de Panamá

Posición sobre tensión

MÓNICA KUPFER

Exposición individual

Panamá City

ArtNexus 116 pag 90 -91
CRÓNICAS

2021

ArteNexus Benjamín Ossa NG Art Gallery

No hay color, solo luz y sombra. Sobre todo, impera el gris en múltiples manifestaciones: vibrante, pixelado, metálico, cepillado, opaco. Vemos composiciones retroiluminadas, telas suspendidas en lo alto, esculturas que se proyectan desde la pared y fotografías casi abstractas. Intuimos una conexión con la ciencia, el espacio y los fenómenos naturales. En la exposición “Posición sobre tensión”, el artista chileno Benjamín Ossa (n. 1984) presenta incógnitas, dibuja con luz y nos invita a explorar el sentido de la percepción. Al pasar el umbral del cubo blanco de la galería, se observan dos grandes cuadriláteros de tela suspendidos de manera diagonal en un espacio de doble altura. Están estirados y tensados por delgadas sogas negras que los conectan y anclan –con unas misteriosas piedras volcánicas– contra las paredes. Asemejan velas, pero también cielos nocturnos. ¿El viento, el espacio sideral? La pieza inferior es blanca, con una circunferencia de borde gris en el centro; y la superior, que la traslapa, negra, con el punto focal marcado por un círculo oscuro rodeado de un aura blanca. ¿El sol, la luna llena?

A un lado, sobre la pared, varias cajas luminosas destacan lo que el artista describe como “dibujos de luz”. Muestran una distribución dinámica, en capas de papel traslúcido, de múltiples círculos y semicírculos de diversos tamaños y tonos de gris, con sus diámetros marcados horizontal o verticalmente. La impresión inicial es de una exploración geométrica que emplea la luz para celebrar la línea, la sombra y la forma. El espacio alrededor de los motivos centrales está cubierto de pixeles monocromáticos que activan el campo pictórico. Los círculos –enteros y parciales– también son protagónicos en las cinco esculturas de aluminio lijado que parecen flotar sobre la pared opuesta. Cada obra está constituida por ocho planchas con recortes idénticos, colocadas una tras otra, con espacios intermedios. Estas piezas de impecable manufactura invitan a acercarse para mirar por el hoyo oscuro que las atraviesa, o para tratar de entender sus estructuras. La serie, que Ossa tituló Desenlace, recuerda el trabajo de minimalistas como Donald Judd, con sus cubos metálicos empotrados; o Robert Morris, por el juego perceptual que caracteriza sus formas geométricas repetitivas. Sin embargo, a diferencia de los valores puramente abstractos de aquellos, estas obras de Benjamín Ossa guardan relación con un fenómeno natural: las etapas progresivas de un eclipse solar. Las capas sucesivas de aluminio sugieren la secuencia de instantes en un proceso temporal. También es el caso con sus dibujos de luz, que el artista describe como “una reflexión del paso y construcción del eclipse solar como una alternativa para la comprensión de aspectos de escala, tiempo, luz, oscuridad, formas y espacio”.

Dos fotografías en blanco y negro al fondo de la galería muestran el positivo y negativo de una misma imagen. En la primera fotografía, en un campo oscuro, figura una circunferencia negra rodeada de un anillo de luz; capta el momento en que la sombra de la luna tapa el sol. El campo granuloso de la segunda fotografía contiene un círculo claro rodeado por un aura oscura, el eclipse al revés. Todo adquiere sentido: los recortes y patrones circulares, las capas como etapas en el movimiento de una esfera sobre la otra, la aureola alrededor de la circunferencia negra en la lona suspendida.

En un texto introductorio a la muestra, Ossa explica que Posición sobre tensión trata del “punto de tensión entre la luz y la oscuridad”, o el mínimo espacio de tiempo que se produce cuando la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol. Para el artista, cuando se da el fenómeno de un eclipse solar, “nuestro tiempo biológico se desconecta durante dos minutos y treinta segundos. Por un instante, una fracción de tiempo, nos alineamos al resto de las cosas”. En la muestra de Ossa, nos conectamos con obras que vinculan el eclipse con el ser humano, la luz con la sombra.

Más allá de la exposición, con Ossa nos encontramos ante un artista que sabe escribir, describir y profundizar en sus pensamientos y conceptos. Quien, además, ha manejado con cuidado el registro de sus obras, desde la amplia información en su sitio web hasta la producción por iniciativa propia de publicaciones (Libro temprano, en 2013, y Libro primero, en 2016) que documentan su obra y nos permiten descubrir qué yace detrás de su proceso creativo. Se trata de la primera exposición de Benjamín Ossa en Panamá. Ya nos había impactado unos meses antes con su instalación Un invisible faro, creada para la bienal cubana de 2019 y montada en un lugar prominente frente al mar, en el malecón de La Habana. Una gran torre cilíndrica
de tubos de acero y alambre sostenía miles de discos de aluminio que cambiaban de apariencia y posición en reacción a la luz solar y el viento. Tal como en aquel faro, en las obras de “Posición sobre tensión”, Ossa demuestra ser un fascinante explorador del hombre y los fenómenos naturales, del tiempo y el movimiento, y de la luz y la percepción.

MÓNICA KUPFER